The Violet Box designs
domingo, 20 de marzo de 2011




Bonita canción. ‘Born to run’, de Bruce Springsteen. Una de las canciones preferidas de Esteban Granero.
Sí, es una de mis canciones favoritas. No mi favorita, pero sí tengo buenos recuerdos de ella. En mi casa siempre sonaba mucho cuando era pequeño. Le gustaba mucho a mi padre y a mi hermano y es una forma de acordarme de ellos, ahora que están un poco lejos.

Quisiera empezar este programa de una manera diferente. Quiero que nos acordemos de Eric Abidal, que ayer fue operado satisfactoriamente. Me consta que usted ha estado muy pendiente. Todo el mundo ha estado muy pendiente de Abidal.
Sí, son situaciones que traspasan cualquier tipo de rivalidad. Es un compañero más, un compañero de profesión y un buen profesional y son circunstancias muy dolorosas en las cuales todos tenemos que estar unidos y apoyando, como no podía ser de otra forma.

Supongo que el homenaje que le dio el Santiago Bernabéu a través de los videomarcadores y de esas camisetas que lucieron el Real Madrid y el Lyon le tienen que haber ayudado...
No se puede actuar de otra forma. El Real Madrid siempre es un club ejemplar en ese sentido y yo creo que no es algo forzado, sino que nos sale a todos. Cuando un compañero se encuentra en una situación difícil está bien estar con él.

Tampoco me gustaría que nos olvidáramos de Miki Roqué, jugador del Betis que sufre un tumor maligno en la pelvis. A veces la vida da este tipo de sustos, te demuestra que hay cosas malas de verdad y que, a lo mejor, en el día a día nosotros nos preocupamos por cosas que no tienen tanta importancia.
Hay que valorar lo que se tiene. Muchas veces no nos damos cuenta de lo afortunados que somos en todos los sentidos y hacen falta desgracias de este tipo para darte cuenta. Estoy convencido de que Miki también se va a recuperar pronto, es un gran chaval y estamos todos con él.


Decía usted que hay que valorar las cosas. ¿Granero valora lo que tiene?
Bueno… Lo intento. No siempre es fácil. Es fácil olvidarse, pero intento valorarlo cada día. Cuando llego a entrenarme intento ver los campos, entrar en el vestuario, mirar a mis compañeros... Es una buena forma de ponerse las pilas.

¿Con qué sufre Granero en la vida?
Con las cosas que le pasan a la gente cercana. Creo que todos somos más sensibles con la gente de nuestra familia, con nuestros amigos y creo que son las situaciones que más me hacen sufrir, más incluso que las que me pasan a mí mismo. Soy una persona que se preocupa más por su gente cercana, pero creo que también es algo normal.

Usted es un amante de la cultura japonesa. Hoy todo el mundo está paralizado por la desgracia ocurrida en ese país, por ese terremoto que hasta el momento ha dejado más de 5.100 personas muertas y más de 8.600 desaparecidas… A veces la vida golpea demasiado fuerte, ¿no?
Es un golpe a una sociedad que aunque está acostumbrada a recibir mucho, porque en el pasado ha tenido situaciones dramáticas, también ha demostrado que sabe salir adelante. Estoy convencido de que Japón, que es un país querido para mí y que visité este verano, puede salir adelante como ya hizo hace 80 años.

¿Qué tiene la cultura oriental para haberle atrapado?
Tengo un hermano viviendo allí. Creo que eso significa bastante. He estado mucho tiempo allí, mis sobrinos han nacido allí y mi cuñada es de allí. Son gente fantástica. He viajado mucho por Asia y creo que tienen otra forma de ver el mundo. Ellos sí valoran todo lo que tienen y eso de que el más feliz es el que menos necesita lo llevan a la práctica y muchas veces es bastante práctico.

Su hermano vive en China. ¿Qué le cuenta de China?
Él me cuenta y también lo he vivido yo cuando he ido a visitarle. Es una cultura totalmente distinta. Trabajan más que nadie, más que nosotros. Tienen menos y son casi más felices. Protestan menos. Son felices con muy poco y eso hay que valorarlo.

¿Granero sería capaz de vivir en un futuro en China o Japón?
No lo sé. Me gusta Madrid. Creo que Madrid es la mejor ciudad del mundo y me encanta. Me encanta pasear por Madrid, ir en coche. Aunque haya tráfico es una ciudad que me gusta mucho, así que me gustaría vivir en Madrid. Pero también me gusta viajar, me gusta Asia, conozco prácticamente todos los países pero me gustaría vivir en Madrid.

Sé que usted es un hombre de muchas anécdotas y nos ha estado hablando de esos viajes por Asia… ¿Es verdad que una vez se perdió en Vietnam y se quedó sin gasolina el vehículo en el que iba?
Sí, es verdad. Hace dos años. ¿De dónde has sacado…? (Risas). Me quedé en un pueblo en el que no había gasolineras y resulta que las gasolineras eran personas que iban con garrafas de combustible y las iban vendiendo. Por suerte encontramos una y fue nuestra salvación. No recomiendo a nadie que se pierda y se quede sin gasolina por allí.

¿Qué pensó en esos momentos?
Por lo menos no tenía que llegar a un entrenamiento (risas), tenía todavía dos semanas de vacaciones y podía perderme. Era una situación en la que perderse tampoco era tan importante. Cuando estás de vacaciones el tiempo deja de tener tanta importancia y eso también se agradece.

Yo siempre digo que Esteban Granero es una persona diferente. ¿Usted se considera diferente?
No y sí. Considero a todos diferentes, cada uno tiene sus particularidades y ninguna persona es más que otra. Yo soy muy introvertido y tampoco doy a conocer demasiado mis hábitos y mis gustos, pero considero que cada persona es diferente en sí misma y cada persona tiene mucho bueno que sacar de ella. Lo importante es ver el lado bueno de las personas o por lo menos acercarse a ese lado bueno que te hace crecer a ti también.

¿En esta vida es mejor ser introvertido?
No, ni mejor ni peor. A mí es lo que me va, es mi forma de ser. No sé ser de otra forma y si me pusiera a ser extrovertido ahora mismo haría el payaso. Soy así, siempre he sido así, tengo mis virtudes y defectos y me gusta como soy. No tengo un problema.

Y si no hubiera sido futbolista, ¿a qué hubiera dedicado su vida Granero?
No lo he pensado mucho. Estudio Psicología y a lo mejor hubiese ido por ahí. Me gusta leer, escribir, la música. No sé cantar así que no hubiese sido cantante, pero no lo sé… En la vida me han venido las cosas por sorpresa, cada vez más. Siempre soñé con jugar en el Real Madrid, pero nunca tuve la consciencia de que iba a jugar en el Real Madrid. Un día firmé y fue un ‘shock’. Siempre he soñado con poder vivir del fútbol, pero nunca he esperado poder conseguirlo. Eso sí, he trabajado muchísimo y sé que no lo habría conseguido sin tanto trabajo, pero al final todo lo que he ido consiguiendo me ha sorprendido y me gusta cuando miro atrás y veo que las cosas me han ido sorprendiendo.

¿Por qué dice eso? No es verdad.
No lo sé, nunca me lo he planteado, la verdad. No creo que sea la profesión que más me guste.

¿Quién es la persona que más admira en la vida?
Mi madre, mi padre y mis hermanos. No tengo que irme más lejos. Para mí han sido un ejemplo, los cuatro. Cada uno por su forma y no tengo que irme más lejos. Te podría decir que soy un admirador de Bob Dylan, pero ellos están por encima de los demás.

¿Le han defraudado mucho en la vida?
No, no soy una persona que ponga demasiada confianza demasiado rápido en otras personas para que me defrauden. Es verdad que siempre espero cosas buenas de la gente, pero si no las dan nunca he puesto tanta confianza como para que me den un mazazo.

Conozcamos un poco más al Granero persona. ¿Qué es lo mejor y lo peor que tiene?
Vaya pregunta, ¿no? Creo que es algo que tienen que decir los demás. Si yo quisiera saber qué es lo mejor y lo peor que tú tienes no te lo preguntaría a ti porque me vas a engañar. Me gustaría tener más confianza en mí mismo, ser un poco más chulo. A lo mejor, a veces me vendría bien para mi trabajo ser un poco más decidido… Algunos entrenadores me lo han pedido y soy consciente de que tengo que dar un paso adelante ahí. He dado medio paso y me falta medio paso. Ahora que está la palabra honesto de moda me gusta ser honesto, no sé si lo soy, pero me gustaría serlo por lo menos.

Y humilde, yo creo que una de las palabras que le identifican es esa.
Bueno…

Eso por lo menos es lo que dice toda la gente…
Sí, pero muchas veces la humildad se confunde. Es un término demasiado desgastado, al igual que la solidaridad. Son términos que están desafortunadamente muy gastados y hay mucho de la humildad condescendiente que todo el mundo tiene en la boca y bastante poco de la humildad genuina propia, sincera y de verdad. Por eso mismo yo no voy a utilizar esa palabra tampoco.

¿Qué le gusta aprender de la gente?
Cualquier cosa. Todos tienen algo que enseñarte y más en el mundo donde yo me muevo. En el fútbol, en un deporte competitivo, siempre puedes aprender algo de alguien. Luego te sorprendes, te mueves en cualquier otro ámbito, como en el mundo de la música o de las letras, y puedes aprender de todas las personas. Es algo bonito y si tienes los ojos abiertos puedes aprender muchas cosas.

Habla de la música. Es muy importante en su vida.
Es que desconfío plenamente de una persona a la que no le gusta escuchar música. No me da buena espina. Yo la necesito. Tengo amigos músicos que dicen: “Yo es que necesito jugar al fútbol de vez en cuando para sentirme bien”. Yo necesito escuchar música para sentirme bien.

Y además toca la guitarra. No sé si le da un poco de corte decirlo, pero la toca y me cuenta la gente que sabe que no lo hace nada mal.
Bueno, la toco… Soy un amateur.

¿Y compone canciones?
Compuse una a mi novia una vez y ahí me he quedado.

¿Y fue buena o hay que seguir mejorando?
A ella le gustó. La verdad es que no tiene que ser buena para que le guste, sólo el detalle…

¿Qué canción le gustaría componer?
Me gustaría haber compuesto los tres primeros acordes de ‘Smoke on the water’ y me hubiese gustado escribir ‘Peces de ciudad’, de Sabina.

Hablaba antes de que estudia Psicología. ¿Le sirve mucho para el mundo del fútbol?
Sí sirve, pero yo no soy mejor en psicología que Casillas o Xabi. Son personas que por la experiencia que tienen me dan una paliza en psicología. Yo por mucho que estudie no podré llegar a su nivel hasta que por lo menos tenga su edad.

¿Mata es su mejor amigo en el mundo del fútbol?
Probablemente. Es un crack. El año pasado, cuando había tanta duda por el Balón de Oro, dije que se lo daba a él (risas). Es una gran persona, un gran amigo y de futbolista no voy a hablar porque él habla en el campo, pero como persona es un diez.

Mata es el diez para Esteban Granero, pero ¿usted tiene muchos amigos en el mundo del fútbol? Amigos de verdad.
Amigos de verdad no demasiados, pero ni yo ni nadie, supongo. Creo que los amigos de verdad están desde el principio, el mundo del fútbol es un mundo cambiante, se cambia mucho de equipo y cuando no cambias tú cambian los demás y muchas veces la distancia hace muy difícil tener una amistad. Sin embargo, yo tengo un grupo de cinco amigos de Pozuelo desde que teníamos ocho años y están ahí, siempre están ahí. El otro día estaba Casillas con sus amigos y me recuerda un poco a eso.

Hábleme un poco de ellos. Dígame nombres, qué hacen…
Son más o menos cinco.

Yo sé de uno que es fotógrafo profesional y hace palomas ¿no?
Sí, Miki, un cerebro para el arte. Es Miki, está ‘Cutro’, Santi, Diego y David. Son mis amigos de toda la vida, están todos estudiando en Pozuelo y yo soy el único que me he ido por otro camino, pero cuando nos juntamos para tomar una coca-cola somos todos iguales. Eso es de agradecer y también pienso que ellos me han ayudado muchísimo a conseguir todo. Ellos siempre tendrán parte del mérito.

Hábleme de esa pandilla, de cuando Esteban Granero era niño.
Bueno… Pues éramos unos golfos. Un poco gamberros y en el colegio nos querían echar a todos.

¿Cuál es la mayor gamberrada que ha hecho Granero? Se le ve como el novio perfecto, el marido perfecto, el padre perfecto… No me imagino a Esteban Granero haciendo una gamberrada.
Todos hemos hecho gamberradas. Tienes que desconfiar del que no las haya hecho porque va a estar reprimido.

Si desconfiamos del que no ha hecho gamberradas y del que no escucha música, vamos a empezar a descartar gente ya.
Gamberradas hay que hacer, ¿o tú no has hecho nunca? Todos hemos hecho alguna y cuando eres compañero de ese tipo de fatigas esto siempre te une un poco más.

Pero no evite la pregunta. Recuerde alguna gamberrada que se pueda contar.
Sólo te voy a decir que en el colegio lamentablemente los recreos me los tenía que perder porque estábamos todos castigados, íbamos en grupo. Pocos recreos hemos tenido y no te voy a decir por qué…

¿Qué recuerdos tiene de ese colegio?
Mi colegio han sido los Escolapios. Gran parte de mi infancia se ha movido en mi colegio. Cuando salía del colegio iba a entrenarme, también iba al Conservatorio de pequeño, aunque luego lo dejé… Pero la gente siempre me ha tratado genial. Cuando viene mi sobrino lo llevo a que se entrene al fútbol, le he apuntado a judo. Guardo un gran recuerdo de mis profesores, de todos ellos. Me han tratado genial y aunque era un poco trasto luego sacaba buenas notas. Me tenían mucho aprecio y tengo un gran recuerdo de todos mis profesores. Tengo muy buen recuerdo de don Enrique, mi profesor de Literatura, que era un maestro y se retiró hace un par de años.

Y desde muy pequeñito en el Real Madrid…
Desde los ochos años peleando por quedarte en el equipo. Cuando llegaba junio ibas a las oficinas del estadio y te decían: “Tú sigues y tú no”. Y yo siempre seguí.

No quiero pasar por alto ese momento de camino a las oficinas del estadio. Imagino que iría con un nudo en el estómago… ¿Con quién iba?
Con mi padre o mi madre o con los dos. Era un momento difícil porque al salir del Madrid parece que se acaba el mundo, y no es así. Pero ahora que miro atrás veo que de mi equipo benjamín pocos jugadores han llegado arriba y dices: “¿Qué tenía yo para haber pasado?”. Creo que mucho trabajo y sacrificio. Siempre me ha gustado entrenarme un poco más. No es alardear, es mi forma de pensar. Mi hermano siempre me decía: “El mejor es el que más se entrena”. En parte tiene razón y en parte no, pero a mí me servía. He trabajado mucho, he ido mucho al Bernabéu y me ha dado mucha envidia ver al equipo hacerse la foto en el césped y creo que eso también me ha empujado un poco.

Hábleme de su hermano, de Pedro. Es el que le ha enseñado a jugar al fútbol, ha estado encima de usted. No sé si es una de las claves para que Granero haya llegado hasta donde está hoy.
Seguro. Él me ha enseñado a jugar al fútbol y muchas otras cosas y ahora que le tengo lejos le echo mucho de menos. Él ha sido un guía para mí, ha estado en su lugar y no me puedo quejar de mi familia. Mi padre ha sido un ejemplo para mí, mi madre también y mi hermano ha sido mi hermano mayor, pero con mayúsculas y eso ha sido para mí muy importante.

¿Quién le ha echado las peores broncas en casa?
En mi casa, mi hermana y mi madre eran las ‘polis’ buenas, sobre todo mi hermana. Ella siempre ha sido un apoyo muy importante para mí. Y mi madre también. Cuando jugaba un partido malo me decía que lo había hecho bien y yo sabía que era mentira pero era de agradecer que dijera eso. Mi madre me ha llevado a entrenarme desde que tenía ocho años hasta que tuve 18, todas las tardes, a la Ciudad Deportiva de Castellana y, lloviese, nevase, con frío o calor, ha estado todos los días ahí. Me ha llevado cada día, renunciando a muchas cosas. ¿Dónde habría llegado yo sin ella? No se puede saber.

¿Y alguna vez Granero dudó de que podía ganarse la vida jugando al fútbol, a pesar de que fuera pasando categoría a categoría en el Real Madrid?
Nunca pensé que lo fuera a ser de verdad. Siempre lo he querido más que nada, pero nunca he tenido el convencimiento de que fuera a ser así. Por eso te decía antes que me ha sorprendido todo lo que me ha ido llegando. De todas formas, siempre me ha gustado destacar en lo que hago y cuando veía que no llegaba me cabreaba mucho conmigo mismo e intentaba trabajar más y hacer lo que hiciera falta porque así fuese. Y no siempre he destacado o me ha venido todo regalado, sino que he pasado momentos malos. He sufrido compañeros mejores que yo y rivales mejores, pero al final todo ha influido. He tenido mucha suerte también.

¿Cuál es la mayor locura que ha hecho por el fútbol?
Fue en el primer viaje que hice a China a ver a mi hermano. Creo que tenía 14 ó 15 años, y mi hermano convenció al entrenador del equipo de Shanghai para que pudiese entrenarme con ellos. Era mi mes de vacaciones y me entrené mañana y tarde todos los días con el equipo de Shanghai de fútbol. Les dije que jugaba en el segundo equipo y era mentira, pero como antes la web no estaba tan actualizada como ahora… Pues me creyeron y estuve allí entrenándome. Era mi mes de vacaciones, iba por la mañana allí, me entrenaba, comía allí, echaba la siesta allí en una habitación, me entrenaba por la tarde y luego me iba a cenar… No quiero que parezca que mi hermano es un espartano o cualquier cosa de esas, yo lo hacía con todo el gusto y era lo que quería, de hecho, se lo pedí yo. Pero lo recuerdo mucho y con mucho cariño.

Ese mes no lo podrá olvidar nunca.
No, porque aprendí mucho y cuando volví al Madrid estaba más convencido que nunca de lo que quería.

¿En qué equipo estaba usted?
Creo que estaba en el Juvenil B, subí del Cadete A al Juvenil B. Bueno, para ellos estaba en el Castilla, espero que no estén viendo el programa... Te voy a contar una anécdota buena. El verano pasado fui a una playa en China y me encontré a mi entrenador de aquella época y me reconoció. Bueno, cuando juegas en el Madrid es más fácil que te reconozcan. Se acordaba de mí. No me dijo nada de cuánto había tardado en subir del Castilla, pero me lo encontré en un hotel de la playa desayunando…

Y usted tampoco se lo confesó.
Tampoco me acordaba bien de él porque allí se parecen todos bastante (risas), pero mi cuñada sí porque es un ex jugador y estuvimos hablando un rato.

¿Qué sería de la vida de Granero sin fútbol?
No sé, pero sería algo totalmente distinto. Para mí el fútbol ha sido el 90% desde el principio, desde que me acuerdo. Mis primeros recuerdos son con una pelota y los últimos también. Todo lo que recuerdo de hace diez años lo asocio a un balón y entonces no me puedo imaginar cómo hubiese sido mi vida sin eso.

¿Y sin el Real Madrid?
Pues igual, yo seguramente no sería futbolista. El Real Madrid me ha hecho futbolista, me ha enseñado todo desde que tenía ocho años, he crecido aquí, he pasado los mejores momentos y los peores y he madurado aquí. La verdad es que pasar por la cantera del Madrid es lo mejor que le puede suceder a un futbolista para crecer y bueno… Me acuerdo de todos mis entrenadores, de los responsables, de Vicente del Bosque, que era el responsable. Me acuerdo de todos los que han ido pasando por ahí y el hecho de poder estar jugando en el Real Madrid y echar la mirada atrás y acordarme de la Ciudad Deportiva antigua, de coger el metro al Bernabéu los días de Champions son cosas que te marcan. Sin el Madrid mi vida hubiese sido distinta.

¿Dónde veía de niño los partidos en el Santiago Bernabéu?
En el fondo norte, que era de piedra. Estábamos de pie y teníamos un pase y yo me subía a la valla porque si no no veía nada porque antes había una valla de metal. Y me subía a la valla, trepaba tres o cuatro escalones y allí agarrado era donde lo veía.

¿Qué partido no olvida de aquellos que vio de niño?
Mi primer partido fue un Madrid-Lleida, que ganó el Madrid 5-0, y el segundo fue un Madrid-Sevilla, que ganó el Madrid 2-0. Fue el día que marcó Lasa desde el centro del campo, pues ahí estaba yo. Y el tercero fue cuando vi a Raúl, que ganamos 1-0 al Rayo y marcó Raúl el gol. Me acuerdo que dije: "Vaya crack"

Y luego ha compartido vestuario con él.
Son de esas cosas surrealistas que te pasan, igual que con Casillas, Ronaldo o Kaká. Son cosas que pasan y te miras y dices ¿dónde estoy?… Bueno, por algo será.

Xabi Alonso, que no abusa de los halagos, dijo hace poco que usted es una de las personas con más futuro del Real Madrid. ¿Qué le parece?
Exagerado, obviamente. Xabi es un ejemplo, él sí que es un ejemplo. Es el espejo en el que nos queremos mirar todos los centrocampistas. El traje de Xabi es el que nos queremos poner todos, a mí me queda un poco grande todavía, pero yo quiero que me quepa y me quede bien, así que hay que trabajar. Es gente que te estimula mucho y si los premios en el fútbol, que es un deporte de equipo, se dieran a los jugadores de equipo, él tendría que tener varios premios más de esos, particulares.

Hábleme de los dos primeros capitanes del Real Madrid. De los que son un ejemplo para todos, de Casillas y Sergio Ramos.
Casillas es el líder, es el que manda dentro del vestuario. Tiene una trayectoria que le avala y una calidad humana que también le avala y esas dos cosas unidas hacen un verdadero capitán para el Madrid, que no siempre es fácil. Sergio es otro líder nato, su espíritu es verdaderamente madridista, en el sentido de que tiene todos los valores del madridismo, los tiene dentro de él. Esa garra, ese sacrificio, ese esfuerzo, esa competitividad, son puro madridismo y él lo tiene dentro.

Hablemos de jugadores jóvenes como usted. Jugadores que se han incorporado de una manera rapidísima al equipo y a los valores de este club: Özil y Di María. Dos jugadores sorprendentemente atrevidos para la corta edad que tienen.
Atrevidos y jugadores fantásticos, que nos han dado un plus. De Mesut yo no puedo decir más de lo que se está diciendo porque son muchas cosas. Puedo decir que, aparte de esa calidad y excelencia a la hora de jugar, tiene ganas de ser grande. Eso se le ve en los entrenamientos, es muy importante y lo tiene también y a lo mejor no es tan apreciable desde fuera. Yo convivo con él y en los entrenamientos se le ve que quiere ser más y querer más siempre es importante, es una virtud. Y Ángel nos ha aportado muchísimo, es un jugador al que no se le acaba nunca la gasolina, atrevido, vertical, que tiene gol, que tiene trabajo, que se sacrifica… Es un jugador de esos que ves y dices: “Lo quiero en mi equipo”.

Y un jugador al que ha arropado usted mucho y que ahora copa todas las portadas de los periódicos es Karim Benzema… Lo ha pasado mal a principios de temporada y parece que ahora le ha llegado el momento de ser feliz.
Lo que tiene se lo merece y se lo ha merecido antes. Me refiero al éxito superficial, lo que se ve, como tú dices, las portadas... Él seguramente, se lo ha merecido antes de cuando le ha llegado, pero nunca se ha rendido. Ha trabajado, el entrenador ha tenido mucho que ver y ahora mismo parece que es el jugador de moda, y es el mismo jugador. Lo que pasa es que muchas veces la confianza aporta mucho y también el trabajo. Él ha trabajado mucho. Me alegro por él porque se ha esforzado, ha sufrido y ahora tiene mucha recompensa y más que va a tener. Lo que tiene se lo merece, es un futbolista extraordinario y una gran persona. Un tío muy majo.

¿Cuáles son sus espejos en la historia del fútbol y el espejo actual en el vestuario del Real Madrid?
Siempre he sido muy fan de Figo, de Zidane… Son futbolistas que juegan más o menos en mi posición y en los que siempre he querido verme reflejado. Me hubiese gustado parecerme a Raúl, a Casillas, que ahora lo tengo de compañero otra vez. Y ahora me quiero parecer a Xabi, que juega más o menos en mi posición y es el espejo donde nos queremos mirar todos los centrocampistas, como te he dicho.

¿Cuánta historia va a hacer Granero en el Real Madrid?
Espero que mucha. No soy irresponsable si digo que quiero estar muchos años en el Real Madrid. Es una frase fácil de decir, pero tiene mucha responsabilidad detrás y si digo que quiero estar aquí muchos años es porque asumo la responsabilidad de aportar al Madrid mucho durante eso años porque soy madridista y porque soy el primero que quiero que el jugador que esté en el Madrid sea importante y aporte cosas. A mí me gustaría estar muchos años y creo que puedo hacer bien a este equipo y a este club.

Hablemos de la actualidad. Han superado los octavos de la Champions. Creo que era una deuda que tenían ustedes con el madridismo.
Sí, una gran deuda. Hacía muchos años que el Madrid, que es el club con más Copas de Europa, no pasaba de octavos y eso, aunque el pasado no sirva para nada, es algo que pesa. Este año la mentalidad es distinta. Desde el vestuario estamos muy motivados con esta competición y con las demás, pero con esta también. Sabemos que quedan cinco partidos al cien por cien y a lo mejor levantamos la Champions. Es algo que no se repite muchas veces en las carreras de los futbolistas o de los entrenadores y lo queremos este año.

Dijo el míster el otro día una frase que me pareció muy interesante: “El Real Madrid es el campeón de campeones y haber pasado de octavos no tenemos que tomarlo como un logro, sino que lo raro era no haber pasado en años anteriores de octavos”.
Sí. No por el pasado, pienso yo, sino por el presente, porque tenemos equipo para pasar de octavos y creo que tenemos un equipo para ganar, lo que pasa es que el fútbol es complicado. Sabemos que va a ser muy difícil, pero este año creemos más que nunca y vivimos el ambiente del miércoles, salimos del partido, nos miramos a la cara y nos dijimos: “Queremos llegar hasta el final”.

¿Ha soñado alguna vez con levantar la Copa de Europa?
Cien veces, mil veces. Con esta camiseta, que es lo importante, y muchísimas veces. Sobre todo me he dormido pensándolo, luego a veces lo he soñado, a veces no, eso es inconsciente, no lo puedes controlar, pero sí me he acostado con eso muchas veces en la cabeza.

Y también la Liga. Llega un derbi, que para un madrileño significa mucho más. Parece que el Madrid le tiene tomada la medida al Atlético, pero el Atlético es un equipazo.
Sí, es un equipazo e igual que en el otro tema, el pasado no sirve en este caso. Nosotros desafortunadamente llegamos con menos descanso del que debiéramos, pero lo tenemos que asumir, tenemos que defender el partido y ganar porque no nos queda otra. No podemos pinchar más en Liga. Estamos solamente a cinco puntos y repito, solamente a cinco puntos, porque son pocos, aunque parezcan muchos.

Este vestuario cree en la Liga.
Seguro, totalmente, y si no ya está el jefe ahí para recordárnoslo.

Hábleme del jefe. ¿En qué le ha hecho crecer Mourinho a Esteban Granero? Es un entrenador que está muy cerca de los jugadores y especialmente de usted.
Es de agradecer que te ayude a mejorar. Igual que decía antes que tus rivales te ayudan a mejorar, tu entrenador es importante también. Con él no valen excusas, es una persona honesta y que tiene mil títulos, que ha ganado todo, que es el mejor entrenador del mundo. Entonces, el día que no te pone no le puedes echar la culpa al entrenador, desafortunadamente. Así que te tienes que mirar a ti mismo y eso te hace mejorar. Es una suerte para nosotros.


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