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miércoles, 2 de marzo de 2011

El Real Madrid sabía que en Riazor se iba a encontrar con un Deportivo ultradefensivo. Lotina preparó a su equipo para envolver a los de Mourinho en una tela de araña donde la creatividad de los jugadores blancos se viese neutralizada. El técnico portugués metió de inicio a Kaká y a Benzema. El Madrid lo intentó desde el pitido inicial, no especuló nunca sabiendo que no puede ceder puntos en su pulso por la Liga. Hubo ocasiones del Real Madrid para abrir el marcador, sobre todo con un lanzamiento de Özil en el 30’ de partido que se marchó por muy poco lejos de la meta de Aranzubia. Por su parte, el Depor no creó ni una sola ocasión sobre la portería de Casillas, que vivió la primera parte con total tranquilidad. Así, se llegaba al descanso.

La segunda mitad se iba a convertir en un recital de Aranzubia. El meta riojano salvaba una tras otra las ocasiones de gol para desespero de los jugadores del Real Madrid. Especial mérito las paradas que hizo a Cristiano Ronaldo y a Di María metiendo dos manos inverosímiles cuando todo el mundo cantaba el gol. Pero cuando el meta del Deportivo era superado aparecieron los postes. En el 78’ Adebayor remata y su balón golpea en el palo y en Aranzubia marchándose a córner. Dos minutos después, jugadón de CR7 y su espectacular remate se estrella en el poste.

El Real Madrid lo intentaba de todas las maneras posibles. Por arriba, por abajo, pero no había manera. Benzema, en el 83’, tuvo el 0-1 pero su remate en semifallo fue despejado por la defensa del Deportivo que se mostró muy ordenada durante los 90 minutos. El Depor acabó el último cuarto de hora metido en su área aguantando las embestidas de los madridistas. Mourinho arriesgó y acabó el partido con tres defensas, pero no era el día. Cuando el balón no quiere entrar es imposible.

Toca pensar en el partido del jueves ante el Málaga en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid no debe acusar el golpe de su empate sin goles ante el Deportivo. Los de Mourinho hicieron todo lo que hay que hacer para ganar, pero, entre el partidazo de Aranzubia y la mala puntería, sólo se pudo sumar un empate que sabe a muy poco. Mala suerte.

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